CROMOTERAPIA EN EL FENG SHUI
Sabemos que el color es una expresión más de la energía, del chi. Cada color tiene una vibración concreta resultado de una velocidad y longitud de onda diferente. Y cada vibración, es decir cada color, ejerce una influencia determinada tanto a nivel físico como a nivel psíquico y emocional aunque la mayoría de las veces no seamos conscientes de ello.
Basta con que observemos cómo en días soleados tendemos a comportamos más expansivamente que en días nublados. Los colores cálidos nos invitan a la extroversión y al dinamismo, mientras los colores fríos nos invitan a la introspección y al silencio. Necesitamos ambas cosas para alcanzar el equilibrio, es la danza del yin y el yang. Pero hay veces que nuestra balanza interna se desequilibra, y el uso adecuado de los colores puede colaborar a cambiar esta situación.
El uso del color como elemento curativo no es algo nuevo, pues sus cualidades estimulantes, tranquilizantes o regenerativas se empleaban ya en civilizaciones antiguas como la China, la India o la Egipcia. En la actualidad este conocimiento es el que utiliza la Cromoterapia , que se emplea como método natural de apoyo a la curación de ciertas enfermedades. Toda enfermedad está acompañada de un cuadro psíquico y emocional, y silos colores tienen una influencia directa en éste, pueden ayudar a transformar los pensamientos y sentimientos que están impidiendo la sanación.
En este sentido trabaja también la llamada Cromoterapia Ambiental. Esta aplica el color al entorno a través de los elementos decorativos, de las superficies como las paredes, o de la elección de un tipo de luz determinado, buscando con ello influir en el equilibrio de los habitantes. Es evidente que ha de tener en cuenta por una parte el uso de cada habitación, y por otra las características de la gente que ocupa ese espacio, pues la energía que necesitamos en un lugar de trabajo no es la misma que la nos va bien en donde descansamos, y además de esto cada persona tiene una vitalidad y un cuadro emocional distinto.

Lo que vamos a destacar de la Cromoterapia Ambiental es el uso de la luz. La luz es la que nos permite ver los colores. No es lo mismo una luz artificial que la luz natural, ni la luz de la mañana que la de la tarde. La iluminación en principio es un elemento yang, pero observa la luz, que es la que “tiñe” los colores y sabrás si es más yin o más yang, si es más fría o más cálida. Este es uno de los criterios básico de la Cromoterapia Ambiental, que habla de frío o calor en la luz y colores, al igual que el Feng Shui habla de yin y de yang en ellos.
Así, en lugares como los dormitorios y los baños sugiere colores frescos, o yin, que son los que llevan a la relajación y la introspección (cuando la persona no tiene un cuadro emocional yin depresivo, que entonces necesitaría toques de yang o cálidos), y en lugares como la cocina, el comedor o el lugar de trabajo sugiere colores cálidos,